3/4: Una cata del cine clasista

En 1912 se hundió el barco «Titanic» y, a través del cine, uno de los hechos que se hace recordar es la separación de derechos y deberes entre diversas capas sociales. En el rodaje de este mes de mayo en Besalú, hecho por encargo de HBO, sólo el caos organizativo, y la intervención directa de personas de todo tipo pero con integridad, ha interferido contra la separación de los derechos y deberes más básicos a criterio de la escala social que le correspondía a cada cual, de forma implícita.

En algunos departamentos se ha visualizado que, en función del color de la piel, tienes «Walkie talkie» o no, o que a la hora de cargar material tocas unas cosas u otras. Que algunas personas de habla inglesa te miran a los ojos según si pareces del mismo nivel.

Se establecieron dos comedores dentro de Besalú: Uno en la iglesia de San Julián y el otro en un conocido restaurante de la plaza Llibertat. La organización pretendía clasificar a los trabajadores por comedor pero el primer día, por el hecho de priorizar el primer comedor, mientras no había comida en el segundo, parte de los precarios se colaron en el primero y comieron muy bien, con actores, el equipo, etc. Las quejas del personal más caro han hecho que el segundo día todo el personal fuera al comedor que le corresponde por estatus: En el primer comedor plato de losa, 5 ensaladas para elegir, carne de todo tipo, opciones vegetarianas y veganas, diversidad de postres… En el segundo comedor legumbre de primero (en un vaso de cartón), puré de patata y chuleta de cerdo de segundo servidos en una «fiambrera» de cartón (el mismo cartón que las cajas de huevos, que se reblandece y mezcla con el puré) y una ensalada de sólo hoja.

El tercer día, viernes, y con la participación directa de la afiliación de CNT Girona, se repartió la consigna de entrar sí o sí en el comedor principal. La invasión pacífica tuvo éxito a excepción de figurantes (que no se podían quitar el disfraz) y las compañeras de color a quienes denegaron la entrada (a excepción de la actriz principal).

El único conflicto lo tuvo el responsable de «”seguridad”» que quería que sus subordinados comieran en el exterior bajo la lluvia, y con la vajilla de cartón en la mano.

Después de toda la semana reclamar la firma de los contratos laborales, y que la empresa Fresco Costa del Sol lo rechazara definitivamente con excusas como «es que los contratos están en Madrid y es muy lejos», otra de las ofensas que se han producido ha sido oir por los canales de radio la coordinación para reunir personal no tan precario y firmar contratos.

Girona, a 26 de mayo de 2019